Pollo en Salsa de hongos

En El Salvador, el pollo en salsa de hongos suele servirse bañado en una crema espesa con champiñones de lata, acompañado de arroz blanco y vegetales hervidos.

Acá no bañamos, acariciamos. No hervimos, provocamos. Esta versión es una reconstrucción: pechuga falsa de soufflé de hongo portobelo, relleno de pollo confitado, crema montada al borde del pecado, y hongos que cuentan su historia en texturas distintas. Es lo que pasa cuando decidís traicionar la tradición… con buen gusto.

Pechuga en salsa de hongos

INGREDIENTES CONFITADO

  • 1 libra Entrepierna de pollo

  • 1 litro de aceite

  • 3 dientes de ajo

  • 3 ramas de tomillo fresco

  • 3 onza de sal

  • 1 onza de azucar

  • 1 litro de agua

Prepará la salmuera (el baño del pollo):
En un bowl grande, mezclá suficiente agua como para cubrir tus muslos de pollo (aproximadamente 1 litro) con:

  • 3 onzas de sal

  • 1 onza de azúcar

  • 2 ramitas de tomillo

  • 2 dientes de ajo partidos por la mitad

  1. Sumergí los muslos en esa mezcla y déjalos reposar 24 horas en el refrigerador. Este paso es para que el pollo se hidrate por dentro y quede jugoso

  2. Después de las 24 horas, saca los muslos, enjuágalos con agua y sécalos bien con papel toalla. No queremos que tengan exceso de agua antes del aceite.

  3. Hora de confitar (sin miedo):

    • Colocá los muslos en una olla honda.

    • Agregá suficiente aceite (como 1 litro) para que casi los cubra.

    • Añadí 2 dientes de ajo y unas ramitas de tomillo.

  4. Cociná a fuego muy bajito.
    Si tenés termómetro, mantenelo entre 90 °C y 100 °C.
    Si no tenés, asegurate que el aceite apenas haga burbujitas pequeñas sin hervir fuerte.

  5. Dejá que el tiempo haga su magia:
    Cociná por 4 horas. No lo toqués mucho, solo dejá que el aceite abrace el pollo lentamente.

  6. Final feliz:
    Cuando esté listo, el pollo va a quedar tan jugoso que se va a deshacer con solo mirarlo mal.


INGREDIENTES SOUFLEE DE PORTOBELO

  • 2 unidades de hongo portobelo

  • 1 chalota

  • 2 dientes de ajo

  • 1 yema de huevo

Cortá con estilo:

  • 2 hongos portobelo

  • 1 chalota (o cebolla morada si no tenés)

  • 1 diente de ajo
    Cortalo todo en tiritas finas, tipo juliana. No es ciencia, es delicadeza.

  1. Cociná lento y suave:
    En una sartén a fuego medio, agregá un chorrito de aceite de oliva.
    Saltea los Portobelo, las chalotas y el ajo hasta que estén bien suaves y hayan soltado (y evaporado) todo su líquido. Que quede concentrado el sabor.

  2. Licua
    Pasa todo a la licuadora y procesa hasta obtener una crema espesa y uniforme, sin grumos.

  3. El toque dorado:
    Añadí 1 yema de huevo a la mezcla (solo la yema, sin la clara) y mezclá bien. Esto le da cremosidad y estructura.

  4. Reposo:
    Dejá enfriar completamente antes de usarlo. Esto evita que la yema se cocine de más y hace que la mezcla se vuelva más firme.

  5. Usalo como relleno:
    Esta mezcla va dentro del molde que harás con la pechuga de pollo (tipo rollo o envoltorio). Podés también colocarlo en un aro de cocina y hornearlo suave como un mini soufflé al lado.

INGREDIENTES SALSA DE HONGOS

  • 8 onzas de Hongos cremini

  • 6 tomates cherry

  • 1 chalota

  • 2 ramas de tomillo

  • 1 taza de vino tinto

  • sal y pimienta al gusto

  • 2 onzas de mantequilla

    METODO

    Sellá los hongos
    En una sartén caliente, derretí una buena cucharada de mantequilla.
    Agregá los champiñones (cremini o los que tengas), limpios y cortados en láminas.
    Dejalos quietos unos segundos para que se doren bien, luego remové hasta que se tornen dorados y empiecen a soltar su aroma.

  • Subí la temperatura:
    Añadí 1 tomate maduro picado (sin semillas si querés más fineza),
    1 chalota (o media cebolla morada),
    1 diente de ajo picado,
    y unas ramitas de tomillo fresco.
    Cocina todo junto hasta que los vegetales estén suaves y jugosos.

  • Deglaze (limpiá la costra del sartén):
    Verté un chorrito de tinto seco (unos 50 ml).
    Revolvé bien y dejá que se evapore el alcohol —solo queda el sabor.

  • Licualo:
    Cuando todo esté bien cocido y fragante, llevá la mezcla a la licuadora y procesá hasta obtener una salsa bien fina.

  • Colá (porque en la cocina infiel, todo se filtra):
    Usá un colador fino para que la textura quede sedosa, sin grumos ni pieles.

  • Volvé a calentar y cerrá con broche de oro:
    Llevá la salsa colada de nuevo al fuego bajo y cociná 2–3 minutos más.
    Probá y ajustá con sal y pimienta al gusto.

Siguiente
Siguiente

Recetas Bíblicas: Eco de la vara